miércoles, octubre 24, 2007

"Católicos Sociales"

Recuerdo que hace ya más de un año, durante el debate de campaña para el Cade 2007, se nos acusó como lista de ser unos "católicos o cristianos...más bien sociales..", con un tono bastante peyorativo y clásico de mi querida facultad. Hace unos días, y tras haber vivido las elecciones de este año en Derecho UC, le di vueltas nuevamente a este episodio. Como dije, en el momento me pareció bastante peyorativa y negativa la afirmación, pues la verdad esa era la intencionalidad que le dio quien la hizo. Sin embargo, el paso del tiempo me ha permitido mirar el asunto desde otra perspectiva.
¿Que sería ser un cristiano o católico social? Pareciera ser que es algo opuesto a los católicos "de la buena doctrina" y defensores de los " valores del orden moral objetivo" como tanto se proclama en mi facultad. Sería más un bien un cristianismo cargado a temas "shociales" y alejado de la correcta doctrina que otros si siguen.
Para mi la cosa es distinta. Al pensar en "católicos sociales", se me hace una imágen muy clara. Pienso que un católico social es quien se atreve a vivir su fe de manera clara y viva. Que sabe que el credo que profesa no son solo bellas declaraciones teologicas morales y personales, sino que ante todo un llamado para construir un mundo más justo y caritativo. Que se atreve a ser crítico frente al mundo y a su propia fe, prefiriendo vivir una fe real y reflexionada antes que ser meros repetidores de "verdades" que no aceptan dudas ni superaciones. Católicos que son capaces de sentarse y trabajar con quienes piensan distinto o no comparten nuestra fe, rescatando los valores y principios compartidos, y trabajando las diferencias con respeto y caridad. Personas que defienden sus valores firmemente, pero a través del dialogo y con respeto por el prójimo, y no a gritos y pasando a llevar a quien se tiene en la vereda contraria por no pensar como uno. Católicos que ante todo se preocupan por construir una sociedad más justa y solidaria, que se preocupe por cada Cristo que sufre, y que sea capaz de integrar realmente a todos los hijos de Dios, sin importar lo distintos que puedan ser.
Eso es lo que creo. Y si es así, estoy orgulloso de ser considerado un "Católico Social", porque lo soy.
Como dijo el amigo de la foto: "El Cristianismo o es social o no es cristianismo"

6 comentarios:

fernando dijo...

Comparto tu post y tu actitud. Claramente hay dos visiones distintas en la UC de entender la idea de "evangelizar la cultura": hay quienes lo ven como perseguir a los herejes, y quienes creen que hay que ser como la levadura en la masa. Mientras la primera version sea hegemonica, la UC seguira siendo mas bien un reflejo de la jerarquia fariseica que de las primeras comunidades cristianas.

Anónimo dijo...

Qué bien dicho Jorge. Es lo que hablamos tantas veces trabajando en las elecciones. Lo que necesitamos no es una Iglesia (y una Universidad) que se encierre en sus 4 paredes y que tema y condene a quienes no comparten todos sus ideales. Necesitamos una Iglesia con los pies en la tierra, ojalá en el barro. Una Iglesia que vea en todo lo humano a Dios. Una Iglesia que condene con la misma fuerza la injusticia social que los atentados contra la vida del que está por nacer. Una Iglesia que defienda a la familia de verdad, y que por lo tanto se oponga con firmeza a un sistema donde se incentiva el consumo desenfrenado y el endeudamiento de las familias. Pero por sobre todo, necesitamos una Iglesia al servicio de los más pobres, una Iglesia que sea gestora de los cambios sociales.
Dígannos católicos sociales, izquierdistas o demos; nos da lo mismo. Como dijo San Alberto, "cuando un hombre se aparta de los caminos trillados, ataca los males establecidos, habla de revolución, se lo cree loco. Como si el testimonio del Evangelio no fuera locura."

Tigre Anselmo dijo...

Me quedó dando vueltas lo de la Evangelización de la cultura. En estudios recientes sobre Culturas se propone que cada una es un sistema más bien 'cerrado' de valores y antivalores (cerrado en el sentido de perteneciente a un universo completo y autorreferido de expresiones de esos mismos valores). Al meternos en la Evangelización de la Cultura, lo que subyace a esa expresión es la pretensión, más o menos declarada, de que, desde fuera, es posible identificar los 'verdaderos valores' y distinguirlos de los 'falsos' (en otras palabras, los 'evangélicos' y los 'antievangélicos'). Lo que en realidad hacemos, en ese caso, es identificar nuestra manera de vivir el Evangelio, tal como se da en nuestra cultura, con el modo válido. El resultado termina siendo la imposición de un estilo cultural específico como el mensaje universal. Porque, desde fuera, no es posible percibir correctamente el contenido valórico de códigos ajenos y distintos a los propios.
Por eso se prefiere hablar de 'Inculturación del Evangelio'. A saber, sembrar lo de Jesús en una cultura (básicamente, la fraternidad universal, el respeto y la promoción de la dignidad de todas las personas). Que el Evangelio hunda sus raíces en esa tierra, y crezca hasta ser alimento para todos, por la transformación de las estructuras valóricas y las prácticas personales (singulares y comunitarias). El mismo Espíritu hará que esa Buena Noticia dé frutos, actuando desde dentro de esa misma realidad cultural.

Pasando a los católicos antisociales (¿se los puede llamar así?), también tenemos un desafío: sembrar allí el Evangelio, la Buena Noticia de la cercanía de Dios. Es triste caer en el sectarimo, es penoso caer en el sectarismo, aunque sea sólo excepcional, con los sectarios.

Ojalá todos seamos sujeto dentro de la Iglesia: que los pobres no sean los destinatarios de nuestro trabajo, sino compañeros de una misma misión. Y que todo anti-social también lo sean.

Nos llueven los desafíos...

Felipe Jiménez dijo...

Jorge, te hice un link en mi blog. Espero lo propio de tu parte y ojalá comentarios a lo que publiqué. Un abrazo.

Luz dijo...

George, realmente MUY bien dicho. Desde esa perspectiva quisiera considerarme una católica social.
Hice un link en mi blog a este post, q me encantó, y le he dado muchas vueltas... muchas gracias.

Pedro dijo...

Post reduccionista. ¿Se contrapone ser fiel a la doctrina y al mismo tiempo ser caritativo, fraterno, solidario? No. Es más, aquellos de "recta doctrina" que son verdaderamente piadosos y tratan de imitar a Cristo, son buenos cristianos que no se quedan en las definiciones, sino que llevan su fe a la acción. Y siempre se debe ser respetuoso de la verdad revelada. La Iglesia es depositaria de una fe revelada que no puede cambiar. Habrán cosas que pueden cambiar, muchas otras no. No tiene sentido eso de cuestionarse todo. Y al primer comentarista, se le pide algo más de estudio, pues en las primeras comunidades cristianas había mucho celo respecto de las posibles herejías que podían surgir, las cuales fueron condenadas.