lunes, marzo 05, 2007

¿Subsidariedad? Si, pero también SOLIDARIDAD



Vuelvo a escribir luego del necesario receso veraniego, en el cual no han dejado de pasar cosas. Una de ellas, y quizás la que más ha marcado a todo el país, es la implementación del nuevo plan de Transportes de la capital, el Transantiago. Este famoso plan, y todo lo que se ha discutido al respecto motivan lo que escribo. Dentro de lo mucho que leí al respecto, me llamó la atención una columna de un diario. No quisiera detenerme en criticar la retrógrada y desfasada postura que tiene el autorcon respecto a todo, sino que destacar un punto que me parece grave, que no solo aparece en sus opiniones sino que también en mucha gente de la derecha más "gremialista" (entiéndase UDI, mg, y cercanos...). Constantemente escuchamos de parte de estas personas una defensa firme de la autonomía de los cuerpos intermedios y del principio de subsidariedad. Así, el autor como muchos otros en estos meses) criticaba duramente al Transantiago por ser un intento centralizador que supuestamente aplasta la libertad de empresa y la libertad de elección de las personas. Llegaba incluso a hacer un rescate de lo que era el antiguo sistema (cuyas fallas eran, claro, culpa del gobierno que centralizaba y controlaba mucho...), pues este rescataría dichas libertades aplastadas por el terrible y "socialista" sistema. Todo esto parece muy cuerdo, pues estoy de acuerdo en que la subsidariedad del estado y la autonomía de los cuerpos intermedios son valores importantes y que deben estar en el centro de la acción tanto estatal como privada. Pero hay aquí una sobrevaloración impresiónate de dichos valores, hasta el punto de estar dispuestos a sacrificar (no se si conscientemente o no...) la solidaridad. Debe haber libertad de empresa, libertad de educación, claro, pero no una libertad que signifique entregar pésimos servicios y pésima educación, como lamentablemente ocurre en algunos casos (como también en muchos otros no, claramente). Por eso me parece importante la acción del Estado en la línea de la solidaridad, de manera de asegurar un cierto estándar mínimo y avanzar en la búsqueda de la justicia social. Así, se hace necesario regular en muchas áreas, así como coordinar y fiscalizar muchas veces el trabajo de los privados, como en el caso del Transantiago, o en el caso de la educación y muchos otros más. La acción subsidiaria del Estado, y la libertad de los cuerpos intermedios deben ir acompañados de un acento fuerte en la solidaridad, o sino se convertirán en libertades solo de aquellos que puedan pagar algo de buena calidad, y no de todos, como lo son en su esencia.

5 comentarios:

Carlos Pinto dijo...

Jorge:

Se agradece tu vuelta a escribir luego del receso veraniego.
Si no me equivoco, la columna que tu hablas es la de Cristian Larroulet en la Tercera, cierto?. Bueno, si es esa, a mi también me llamó la atención ese punto en particular.

Lo que muchos olvidan es que en el transporte urbano de Santiago han existido experiencias de libre oferta y demanda con una mínima participación centralizadora del Estada, como fue durante los años 80 hasta la licitacion de 1992 y los resultados fueron desastrozos, sobre todo porque llevaron a que la ciudad de Santiago tuviera momentos críticos de contaminación ambiental y un caos en el tráfico.

El transporte público es una de esas cosas que es necesario planificar y no me cabe ninguna duda que tras un largo y doloroso proceso de adaptación este sistema funcionará.

Ese punto en particular era el que me importaba destacar de tu interesante artículo.

Te deseo un feliz retorno a clases (en Transantiago) y ahi nos estamos viendo.

Saludos

Jorge Leyton dijo...

wena Carlos! muy de acuerdo con lo que dices, aunque yo hablo de una columna del mercurio (respeto mas a larroulet...)
nos vemos pues

Jorge A. Gómez Arismendi dijo...

El problema de mucha gente promercado, propiedad privada, y libertad empresarial, es que confunden libertad de empresa con laissez faire, laissez passer económico, no quieren ninguna regulación, ningún control, nada que inhiba sus ansias de capitalizar más a costa de todo y de todos. Por eso, ahora el planeta esta sobrecalentado, mataron a los cisnes en Valdivia, etc.
La regulación por parte del Estado es necesaria, de hecho es posible, sin interferir en los cuerpos intermedios de la sociedad y en la propiedad.
Lo más contradictorio es que quieren libertad máxima en lo económico, pero quieren el control de lo moral, lo político y lo social.

Benjamín Ulloa dijo...

Jorge Andrés:

Basta de mirar al Estado como el gran solucionador de los problemas. Bien sabemos que el Estado se debe limitar a fiscalizar y a realizar aquellas actividades que los privados no puedan realizar, o las que estos mismos realicen de manera poco eficiente.
He ahí la solución a los problemas de la educación y muchos otros. Conoces la propuestas de los cheques escolares para elegir donde estudiar. Con ello lo que se quiere lograr es mayor movimiento y competitividad por los mejores colegios, los que se verán motivados a mejorar para lograr adquirir dichos cheques. A esto se refiere el libre mercado, a un movimiento natural sin trabas ni intervenciones como las hay hoy con nuestro sistema educacional. El Estado a lo único que se tiene que limitar es a financiar esos bonos.
Bueno este es solo un ejemplo del dejar hacer o actuar libremente, esto genera competitividad, por consiguiente mejores productos. Pero para lograr ello se necesita un trabajo más actualizado y técnico.
Te preguntaras a que quiero ir yo con todo este tema de la educación. Simplemente por que creo que esta es la única solución para que los que ganen menos ganen mas puedan vivir de manera mas digna. El Estado debe dejar actuar.
Independiente de ello siempre hay que tener una conciencia social clara,respetando la dignidad del hombre, luchando siempre por los mas necesitados de nuestro País.

Saludos

Jorge A. Gómez Arismendi dijo...

Benjamín, el Estado debe regular, la competencia, te lleva al monopolio, basta ver qué pasa con los supermercados, que absorben a los pequeños.
Tu medida educacional es irrealizable, pues dejarías una brecha de dos a tres generaciones sin acceso a educación, pues un número importante de personas no tendría como pagar los colegios privados, que compiten en el mercado. Y lo peor, muchos colegios por pocos recursos quedarían fuera de competencia. Te olvidas que existen alumnos que no tienen libros en sus casas, que sus padres no saben leer y que no cuentan con el capital social suficiente para hacer sus colegios más competitivos.
El Estado, debe ser eficiente, presente, regularizador y fiscalizador.